En junio de 2018, un bendito loco apasionado del boxeo se sacó de la gorra, con la que cubre su alopecia, una inconmensurable Noche de Titanes que consiguió aglutinar el protagonismo de Miriam Gutiérrez y Sandor Martín. En 2020 el todopoderoso Eddie Hearn contrató a la primera para el campeonato del mundo con la insuperable KatieTaylor, y en 2021 hizo lo mismo con el segundo para su estreno triunfal norteamericano ante Mikey García.
De todo lo que aquí se ha escrito y transcrito se infiere el épico relato sobre un noble y leal apasionado del Boxeo: Luis Suárez Santos.Me pongo en contacto con él y comienzo por preguntarle jocosamente, ¿Qué ocurre señor Suárez, trabaja usted de ojeador boxístico para el boss del boxeo mundial ?
– jejejejejejeje!!!, que va, que va, somos un poco más terrenales, trabajamos mucho en el día a día, no nos da para establecer ese tipo de contactos. Seguramente tengamos buen gusto por el boxeo, en esa primera edición podíamos elegir entre un elenco bastante amplio de boxeadores, por presupuesto teníamos acceso a todos menos a Kerman Lejarraga y Kiko Martínez, así que tiramos de gente que sabíamos de su seriedad a la hora de trabajar. Cualquier aficionado que conociese a Sandor, sabía que si todo iba como tenía que ir, ya en el 2018 intuía que algo como lo de la madrugada del sábado podría pasar, un chico muy rápido, inteligente, escurridizo, vamos con mucho boxeo, y lo más importante, su fortaleza mental y su forma de gestionar las emociones. De las mejores cosas que nos sucedió como promotores fue trabajar con la familia Martín Clemente, gente seria que nunca pone problemas a nada, una vez que llegas a un pacto con ellos todo va viento en popa, te facilitan muchísimo el trabajo. En cuanto a Miriam, no era solamente el bombo mediático que ya entonces le rodeaba, queríamos meter un combate bueno de boxeo femenino, y conseguimos hacer un combatazo contra Alexandra Vujovic, quizá entre las tres o cuatro rivales más complicadas que tuvo Miriam en su carrera, obviamente no era Katie Taylor, pero si una rival muy difícil. Durante meses estuvimos siguiendo los progresos de Miriam, su día a día, hablábamos con Jero e incluso nos acercábamos a Madrid a ver sus evoluciones y estaba claro que aquella chica iba a dar que hablar.
En 2019, continuó saltando obstáculos y driblando zancadillas para presentar ante la mayor audiencia de espectadores registrada en los últimos años en la Ciudad de Cristal a grandes figuras internacionales a través de Noche de Titanes II y, al mismo tiempo, seguir dando confirmación a noveles y contrastados boxeadores aficionados gallegos como Noé Blanco, Borja Martínez, Daniel Moukoko, Iago Ríos, así como el profesional Adrián Miraz, quien formó parte del elenco boxístico en las dos noches titánicas. ¿ Dará la bendita locura del fundador de la Escuela de Boxeo Azteca Box para completar una trilogía de Titanes ?
– Lo primero, es verdad que la segunda edición fue extremadamente sufrida, iba todo más o menos bien, hasta mediados de agosto, momento en que algunos patrocinios por valor de unos 18 o 20.000 euros se echaron atrás, durante 3 meses fueron muchas noches sin dormir, ya no tanto por insomnio o preocupación que también la había, si no por lo que trabajamos organizando la velada y buscando financiación, nosotros habíamos dado nuestra palabra a los managers de los boxeadores, y nuestra palabra tiene que ir siempre a Misa. Este episodio creo que fue uno de los ejercicios de resiliencia más fuertes de mi vida, cada poco tiempo surgían problemas e imprevistos, a todos los niveles, nunca quisimos entrar a valorar las decisiones que los ocasionaron, siempre buscamos las soluciones, de forma muy humilde, sin quejas, sin hacer ruido íbamos sacando los problemas adelante. El día del pesaje cuando me preguntaron si estaba nervioso, dije la verdad, ya no me quedaba energía para estar nervioso. Parafraseando al gran Miguel Ríos, creo que lo conseguimos porque no sabíamos que era imposible. Al final entre los patrocinios conseguidos, la taquilla, la barra, y la ayuda imprescindible del núcleo duro de la familia Azteca, los cuales se pasaron casi 48 horas seguidas trabajando, conseguimos sacar adelante un evento muy nuestro, con las entradas a 10 y 20 euros. Nos acordamos de los parados, jubilados y clase obrera en general, que pudiese asistir a un evento potente sin hacer un desembolso excesivo de dinero, es algo que llevamos reclamando hace mucho tiempo, tenemos que acercar el boxeo a la gente, los chavales jóvenes que disponen solamente del dinero de la paga vieron el boxeo, se comieron un bocata, y se tomaron una coca cola por 10 euros que costaba la entrada más 3 euros del bocata y 2 de la coca cola, estamos en un barrio, y somos conscientes de la realidad de las familias. Sinceramente fue todo muy satisfactorio, salió a pedir de boca y siendo siempre nosotros mismos. De nuevo la familia Martín Clemente estuvo de 10, y pudimos trabajar con un SEÑOR del boxeo, Don José Luis Celaya, un vizcaíno noble donde los haya, serio y trabajador, de los compañeros de Coruña y del resto de Galicia creo que está todo dicho, son excelentes. Y sí, nos hace muchísima ilusión la tercera edición, que si la pandemia lo permite se celebrará en el 2022, incluso si podemos, haremos una velada más pequeña sobre el mes de Marzo con el debut profesional de Dani Moukoko, como él mismo se define, coruñés nacido en Camerún, somos tremendamente localistas, muy «koruños», nacimos en Coruña y a pesar de oportunidades laborales que surgían en otras latitudes, siempre quisimos quedarnos en Coruña. A finales de los 70 fui con mi padre al boxeo por primera vez, un España-Rumanía en el que peleó el diploma olímpico Agapito Gómez, en la primavera de 1980 vi en Riazor como el Depor bajaba a segunda al perder contra el Levante, en 1982 mis padres me llevaron a la manifestación a la que asistieron más de 150.000 coruñeses reclamando la capitalidad. . . y así cantidad de anécdotas. Si algo nos lleva querer organizar la tercera edición, a parte de otras cosas, es el interés mostrado por gente de muchos sitios de España para asistir, queremos que todo el mundo sepa de primera mano que en Coruña nadie es forastero, a parte de ser la ciudad más bonita de España.
A todo ello, en el 2015 en las instalaciones del Fútbol Indoor Coruña, ya habías avisado de tu llegada con el primer gran evento de boxeo aficionado que suscitó la pasión de otra histórica audiencia de seguidores, donde destacaron Andrés Valeiro, Joseka Cañás, El Potro del Birloque Markiños, Borja Martínez y El Bengala Eloy. Crees que este multitudinario evento fue tu primer éxito como promotor ?
– Sin lugar a dudas, y vaya éxito, lo hicimos con muchísima ilusión, le pusimos todo el entusiasmo y el corazón que llevábamos adentro, y antes de comenzar la velada ni se nos pasaba por la cabeza que pudiésemos colgar el cartel de «no hay billetes». Fue un día inolvidable, lo disfrutamos muchísimo. Combates bonitos, igualados, una puesta en escena excelente, con los boxeadores dándolo todo y el público entregado. Todo el mundo quedó muy contento la verdad, y eso es lo que más nos satisface. Deportivamente lamenté que fuese el único y último combate de Andrés Valeiro que nunca consiguió restablecerse al 100% de la triada sufrida jugando al baloncesto, por otro lado también me quedé con la espina clavada de que Joseka hiciese su último combate ese día, era un chico que lo tenía todo, espectacular, pero bueno. . . que esto es muy duro y no todo el mundo quiere o puede sacrificarse para seguir peleando.
Un año más tarde, volviste a lograr un lleno hasta la bandera en las mismas instalaciones de la Grela, aunque no se pudo contar, por lesión, con Andres Valeiro, Joseka Cañas y Markiños Gómez. Pero no fue óbice para que con Turkito de Vergara, Damián Castiñeira, Borja Martínez y la aportación nuevamente del Bengala y de Roy Cubeiro, lograras firmar un colosal éxito con un evento de boxeadores aficionados gallegos. ¿ Fueron acaso, estos dos grandes eventos, el preludio que te hizo soñar con futuras noches titánicas ?
– La segunda velada del Indoor también fue un éxito. Y ver entre las 16 cuerdas a chicos que llevaban entrenando con nosotros desde pequeños como Turkito o Damián, pues una satisfacción muy grande, incluso ver ganar a Borjita, algún día explicaré con calma el caso de Borjita, sin yo esperármelo, me llegó por el gimnasio y me preguntó si lo entrenaba, fíjate mi situación, tengo delante de mi a un chico que viene de una lesión gravísima, acostumbrado a que todo el Polideportivo Municipal de Sada gritase «Borjita, Borjita!!!» cada vez que peleaba, que ganó el campeonato gallego amateur contra todo pronóstico, luego el campeonato gallego neoporfesional, y que sus anteriores manejadores lo querían pasar a categoría profesional, cuando sufre un accidente de tráfico y todo eso se va al garete, más de un año y medio sin pelear, y una alforja de la autoestima que dependía única y exclusivamente del boxeo, aquello para mí, fue un curso acelerado de cómo gestionar el ego de un deportista en el camino de vuelta de forma prematura, muchas noches sin dormir dándole vueltas a la cabeza y tratar de ser lo más asertivo posible, pero esto es un capítulo a parte que daría para hablar muchas horas. Volviendo a la pregunta, al margen de estas veladas del Indoor, creo que las Noches de Titanes fueron más fruto de nuestra pasión por esto que ninguna otra razón, y fíjate que hablo en primera persona plural, porque aunque yo sea cabeza visible, y ahora también Andrés Valeiro (un fenómeno que aúna la pasión por el boxeo con una inteligencia muy superior a la media), la realidad es que no seríamos nada sin el grupo de gente que nos acompaña en estas aventuras, sin ningún tipo de ego ni de apego, cada uno asumiendo su rol, arrimando el hombro con el único propósito de que salga todo bien. Como bien decía, es nuestra pasión por el boxeo lo que nos hace meternos en todo esto, y es que el BOXEO es algo muy bonito y muy amplio, abarca muchísimo, un deporte que en los años 20 reunía en un recinto a 140.000 personas para ver a Jack Dempsey en aquellas veladas que organizaba Tex Rickard, quizá el promotor más exitoso de todos los tempos, un deporte que dio lugar a películas de cine, obras literarias, merece algo más que quedarse con una victoria o una derrota, en esto me parece que no hay término medio, el boxeo no llega con que te guste, se ama o no se ama.
Toda esta epopeya, aconteció a partir de un día en que tuviste que cambiar tu profesión con los marcos acristalados del negocio familiar, por los cuadriláteros encordados donde compiten los discípulos que conforman tu familia boxística. ¿ Que aconteció antes de que decidieras fundar la Escuela de Boxeo Azteca Box ?
– Lo que pasó antes. . . sinceramente fue todo muy duro, el 18 de Marzo del 2005 y debido a una enfermedad y alguna traición que no viene a cuento, tuve que echar el candado a Cristalería Gallega, el negocio familiar fundado por mi padre en 1975 y que un servidor regentaba desde su fallecimiento en 1992, de las experiencias más traumáticas de mi vida, el dinero que tenía ahorrado en el banco lo utilicé para pagar a todo el mundo, pero de todo se sale. En Mayo del 2006 empiezo a dar clases en un pequeño local que nos cede la Asociación de Vecinos de Los Marineros, siempre le estaré agradecido al Presi, Kiko Valcárcel, hizo todo lo posible porque ese tránsito se nos hiciese lo más agradable posible. Tiempos duros, realmente yo aterrizaba como entrenador sin experiencia, sin nombre, pero con mucha ilusión, muchas ganas de aprender y dispuesto a renunciar a lo que hiciese falta, hubo muchas veces que tenía que renunciar a hacer vida social porque no tenía ni dos euros para una coca cola, todo lo que sacaba lo reinvertía en el boxeo. Por eso a día de hoy le estoy muy agradecido a Dios, a la vida y a la gente, se sacan dos sueldos del Azteca. Los resultados en el ámbito social y educativo fueron sobresalientes, y en el aspecto deportivo fueron muy majos, sin apenas medios, sacamos en dos añitos varios boxeadores, con los que a día de hoy sigo manteniendo una gran relación, Saúl Gacio, Joseba Muruzábal, Nandito, Marine, Andrés Valeiro era un niño pero empezaba ya a hacer sus pinitos, era un grupo de chavales muy majetes, en definitiva que lo pasamos muy bien, tanto en el día a día entrenando como en la competición en aquellas veladas que nos llamaron, los que primero confiaron en nosotros fueron José Luis Álvarez «Rocky» y Rafa Gil, dos personas que siempre han sido conmigo verdaderos caballeros. Luego en el verano de 2009 pensé que había que dar un paso adelante, y me pasé los sábados paseando por la zona con una libreta, viendo locales que se alquilaban y anotando los números de teléfono. Me veo enfrentándome a la aventura de abrir el Azteca, y volvemos a la fórmula de entusiasmo, pasión, sentido común, humildad, los pies siempre en el suelo, cualquier atisbo de ego o apego fuera, y muchas ganas de seguir enseñando y aprendiendo. A día de hoy seguimos con la misma esencia, sabemos de donde venimos y eso nunca lo olvidamos.
Mi interlocutor se despide con un «larga vida al boxeo, Antonio» y yo finalizo escribiendo larga vida a ti también, Luis.