Continúo con la serie sobre añejos recuerdos, iniciada el día 18 del pasado marzo, con la intención de suavizar el tedio de este obligado confinamiento domiciliario. Espero que os distraiga un poco, o al menos, durante los minutos que invirtáis en echar un vistazo al escrito. Espero que, en breve espacio de tiempo, podamos vernos alrededor de un cuadrilátero sobre el que el Boxeo vuelva a ser actualidad.
Ayer, con el protocolo de reconocimiento médico y pesaje de los participantes, comenzó el segundo acto de los Campeonatos Gallegos AOB 2016 de los que ya van surgiendo los campeones a los que – por primera vez en la historia – se les impondrá el flamante Cinturón, que la FGB ha diseñado para los que logren auparse al primer puesto del podio.
A partir de las 22:00 horas en el Pabellón Grupo Escolar de Padrón, Sergio Seco y la FGB promovieron la gala boxística que acogió el desarrollo de los combates por la disputa de la Final Cadete del peso superligero, Semifinal Joven de la división superligero, Finales Joven de los pesos ligero, superwelter y pesado y las Finales de Élite Femenino en las divisiones mosca, gallo, pluma y ligero.
La velada constituyó un éxito de público y deportivo, lo que hay que reseñar en el haber del director deportivo del Club Boxing Padrón, que, entre otros, cuenta con el patrocinio del de la Estación de Servicio Padrón, y la colaboración de los concejales del ayuntamiento de Padrón Andres Sanmarcos y Ramón Pardo, los cuales oficiaron la entrega de trofeos junto el el presidente de la FGB Manolo Planas.
Nomi Chaudary ( rojo ) y Álvaro Olmos Flecha ( azul ) disputaron la final gallega de la categoría Joven, en los primeros campeonatos en que se instauró el Cinturón de Campeón Gallego como trofeo acreditativo. cedida
Dio comienzo el evento con la final Joven superwelter entre Nauman Chaudary y el valdeorres Álvaro José Olmos. El púgil de Juan J. Pardo salió en su segundo combate con arrojo y decisión, pero la mayor contundencia y experiencia del de Meicende se fue imponiendo hasta el momento de la inteligente decisión de la esquina valdeorresa que, con muy buen criterio, lanzó la toalla que puso fin a la contienda. Gran campeón, el coruñés, ante una magnífica esperanza, el barquense, que obtuvo la medalla de Plata.
Prosiguió la disputa de la final Cadete de – 66 kilos entre Yoelbis Medina e Ignacio Morán. El prometedor púgil de Noia se impuso con autoridad en los dos primeros asaltos al púgil herculino, quien resurgió en el último round, pero ya era demasiado tarde para alcanzar el éxito que viajó en la mochila de Yoelbis.
Más reñida resultó la final de peso pluma en categoría Joven entre el vigués del Rebouras Team Jonathan Rodríguez y el boxeador de la Escuela el Canario Toni Muñiz Rodríguez, quien terminó imponiéndose por puntos en las cartulinas de los jueces-árbitros.
Se dio paso a 2 semifinales del peso ligero ( – 64 kilogramos ) en la primera de las cuales Olmo de Paz, excelente prospecto del CAMM Novo Milladoiro, se impuso por decisión unánime de los jueces ante el alumno del The Thunder marinense, Ivan Recám. A la espera de la final, el alumno de Abuelo/Antelo ya tiene asegurada la medalla de plata en estos campeonatos.
En la otra semifinal ( misma categoría y peso que la anterior ) Brais Pérez del Rebouras Team de Vigo se impuso, también por decisión unánime al arosano Shetiyar Brum entrenado por el técnico del Club Boxeo Arosa Jhony Hermida.
El boxeo femenino está en plena efervescencia, y destila calidad en todas sus facetas. Ello es posible gracias a la presencia de boxeadoras como las herculinas Montse Rey y Alba Fagil ; la burelense Estefania Mendes Andrade, la asturiana Rocío Suárez; las pontevedresas Alba Pedrosa y Carmina Lopez Barral; la andaluza Ana Acevedo y la cercedense Lara Trasande, que en la velada de ayer encandilaron al público asistente.
Y si además, y para dar comienzo a la terna de finales femeninas, nos encontramos con el espectacular combate entablado por esas dos excelentes boxeadoras que son Ana Acevedo Gómez y Rocío Suárez Gión, es para entonar el grito de: viva la madre que parió al boxeo femenino. La asturiana afincada en Vigo y la onubense destinada en Ferrol, ofrecieron un duelo para enmarcar. Boxeo de alta gama, cambios de golpes de exquisitez técnica, frenético ritmo de combate durante los 4 asaltos, y todo ello aderezado con el apoyo y las ovaciones incansables de los incondicionales de ambas boxeadoras. La victoria fue para la boxeadora destinada en la ciudad departamental, con todo merecimiento y con la total anuencia de los jueces-árbitros. Reseñar que Rocío Suárez resultó con una lesión en su brazo derecho que esperamos no revista mayor trascendencia.
De las 4 finales femeninas, el combate más abierto lo ofrecieron Alba Pedrosa y Alba Fagil. Otro buen y disputado combate. La coruñesa es como el motor diesel que le cuesta arrancar y la púgil del Thunder, a gasolina, parecía que iba a poner la victoria de por medio. Pero poco a poco Fagíl empezó a despertar de su letargo y empezó a complicar el virtuosismo de Pedrosa. A la postre, un apretado combate que se resolvió a favor de la boxeadora herculina, merced a cierta apatía final de la excelente boxeadora viguesa, que coincidió con la marcha hacia adelante impuesta por Alba Fagil.
Carmina López Barral, la árbitro Eva Sánchez, asisten a la imposición del primer Cinturón Gallego acreditativo a Montse Rey. Lo hace el presidente Manolo Planas. cedida
Montse Rey Beiro volvió a demostrar su espíritu incombustible al tiempo y el desaliento, imponiendo su ritmo y fe en el triunfo ante la pontevedresa Carmina López Barral que, entre su sorpresa y menor experiencia, vio como la decana del boxeo gallego femenino le ganó los 4 asaltos sin concederle mucha opción a la réplica. Las ovaciones y gritos de ánimo se repitieron a través de los asaltos. La pontevedresa tiene maneras y conocimientos, pero adolece de los recursos que proporcionan la experiencia en competición, y en ese aspecto Montse Rey lleva doctorada mucho tiempo. Si a eso le sumamos su fuerza de voluntad, nos da el resultado final de una victoria por unanimidad que le otorgó el privilegio de ceñirse el primer Cinturón como Campeona de Galicia.
En la última final de la gala, el combate por el título gallego del peso pluma femenino, solo tuvo un color: el rojo del rincón de Estefanía Mendes Andrade. Y eso lo pudo comprobar Lara Trasande en el combate de fondo de la velada de Padrón. La alumna del Tae Box de Cerceda atesora conocimientos, valentía y afición, pero la de Burela tiene una innata condición que la sitúa por encima del resto de su división. En el primer asalto la discípula de Rubén Remuiñan salió decidida a presentar sus credenciales al triunfo y plantó cara durante el tiempo que duró el disputado periodo. En el segundo una derecha recta de Fani Mendes impactó nítida en la faz de su oponente marcando el principio de una superioridad que, a base de golpes similares, se tradujo en cuenta de protección. La campana sonó para aplazar la crónica de una derrota anunciada. En el tercer asalto, los golpes de la burelense acarrearon una nueva cuenta de protección para Lara, y a renglón seguido y tras comprobar que la superioridad de Mendes era manifiesta, la directora de combate Eva Sánchez, con muy buen criterio, optó por poner el punto final de la contienda.
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