El 4 de julio de 2016,El más Grande, abandonó su condición humana para hacerse inmortal en el Olimpo de los dioses deportivos.
Se fue el icono del boxeo por antonomasia, Cassius Marcellus Clay, el boxeador que engrandeció y activó el boxeo, consiguiendo con su inteligencia boxística y su espectacular carisma promover y despertar el interés y la atención de millones de aficionados indolentes hacia el noble arte, que, desde que descubrieron las fintas y bailes del Loco de Louisville, se perpetuaron como adictos al deporte de los guantes.
Aun después de muerto, Muhammad Ali, ha seguido engrandeciendo el boxeo; miles de páginas de todos los periódicos del mundo, cientos de emisoras de televisión, otras tantas de radio (en muchos de estos medios, entra y sale el año sin publicar ninguna crónica de boxeo ) y todas las redes mundiales de internet, han dedicado millones de lineas y miles de horas, a hablar, difundir y recordar al boxeo, gracias a la luctuosa nueva del fallecimiento del campeón olímpico y mundial.
Se ha ido,El másGrande de todos los tiempos habidos, y ( muy probablemente ) por haber.
Nos ha dejado el hombre al que algunos odiaron, otros quisieron, pero . . . al que todos ( sin excepción ) admiraron.
Ha marchado,volando como una mariposa y picando como una avispa, hacia los cuadriláteros del más allá . . . cierta envidia, me dan, los que allí le esperan.