Anoche, la madrileña Miriam Gutiérrez, puso todo su tenacidad y espíritu de combate para intentar lograr un hito histórico ante la irlandesa Katie Taylor. Pero no fue posible.
La púgil británica demostró ser una leyenda viva del boxeo en el legendario Wembley Arena, y derrotó a la Reina en un combate, en el que el Boxeo pagó tributo a la entrega y honradez profesional de la boxeadora de Torrejón de Ardoz.
Creo que pasará mucho tiempo antes de que vuelva a surgir una boxeadora que se aproxime a la inteligencia, el inigualable sentido de la distancia, la rapidez y la ortodoxia boxística que atesora la irlandesa. Por eso, la pupila de Jero García debe sentirse orgullosa y guardar como oro en paño, para sus nietos, el recuerdo de haberse hecho acreedora de enfrentarse a la mejor boxeadora que ha habido hasta el momento.
El combate fue dominado por la campeona mundial que, en un lance de inimitable perfección boxística, hizo poner rodilla en lona a la madrileña al final del cuarto asalto. Al final de la lid, la decisión de los jueces fue unánime.
En el mundial del superpluma la británica Terry Harper se impuso, por ko técnico en el noveno asalto, a la noruega residente en el levante español, Katharina Thanderz.
En uno título WBC interino de la división gallo, se enfrentaron la británica Rachel Ball y la argentina Jorgelina Guanini, quien no dió el peso reglamentario. El triunfo se quedó en casa, por decisión unánime de los jueces-árbitros.