Fernando Castro Rey ( Coruña 1949 ) fue un destacado boxeador nacido en el popular barrio herculino de La Silva de Arriba.
Fernando Castro Rey disputó combates de categoría aficionado y profesional, hasta su retirada en 1971, bajo la batuta de los prestigiosos técnicos José Vidal, Carlos Anaya y Francisco Beltrán.
Empresario de Chapa y Pintura del automóvil junto con su hermano José «Marculeta» hasta su jubilación; y de la hostelería, con la apertura de un Camping en Gandario, que la familia sigue regentando en al actualidad.
Ejerció además, de promotor ocasional de veladas de boxeo. Precisamente, el propio Fernando, ganó la subasta de uno de los campeonatos por el título español entre Pantera Rodríguez y Alfredo Evangelista.
Una velada de boxeo, a la que asistió acompañado por su progenitor, le hizo sentir el gusanillo del boxeo y se presentó en el gimnasio del Frente de Juventudes solicitando permiso para entrenar. Allí impartía magisterio boxístico el reconocido entrenador don José Vidal, quien por aquella época tenía como pupilos, entre otros, a Casal y Barral.
Con el tiempo, debutó como amateur, y pasó al Centro Deportivo Santa Lucía bajo las órdenes de otro emblemático maestro herculino: Carlos Anaya. Como aficionado, disputó combates con oponentes de la talla de Fausto, Severo García, Julio César Vidal y otros.
También formó parte del cartel de una velada de 1968 en la que se enfrentaron Mero Barral y el campeón nacional Rodolfo García, en el que sería el último combate profesional disputado en Valdeorras. En ese evento, el zurdo boxeador de la Silva de Arriba, tuvo como oponente al subcampeón nacional aficionado Francisco López.
«El zurdo que Boxea», como le definió mi otrora entrenador entrenador Carlos Anaya, formó parte de la selección gallega que acudió a los campeonatos de España en Barcelona, donde una lesión en la mano le impidió su paso a la segunda ronda.
Y además, fue internacional con el equipo gallego que se enfrentó con la selección portuguesa, a doble vuelta en Oporto y Coruña, donde tuvo como oponente al campeón portugués Mario Lino.
Con su paso al profesionalismo en 1970, se enfrentó a boxeadores de la talla del campeón nacional Marianin García, al también zurdo Guillermo Pérez, y a los madrileños José Broncano y José Gallego, a este último, en dos ocasiones.
Hasta que, siguiendo el consejo de su entrenador Francisco Beltrán, que veía que la antigua lesión en su mano no le permitía desarrollar tan dura profesión, decidió retirarse.
