Ayer hacía alusión al impacto covidiano sobre el profesionalismo gallego. Continúo hoy, comentando la negativa repercusión que ha originado el virus sobre la pujanza de la que hacia gala el boxeo olímpico galaico hasta hace poco más de un año.
El excelente nivel y el gran momento por el que circulaban los competidores, se ha visto frenado por la peste del siglo XXI. Cierre de gimnasios, cancelación de eventos previstos y la ausencia de nuestros representantes en competiciones nacionales, marcaron de negro un calendario para el olvido. No se llevaron a cabo eventos locales ni autonómicos, y no se acudió a competiciones nacionales.
La categoría Femenina se encontró inmersaen un desierto de inactividad. Solo el oasis de la Liga Iberdrola de Boxeo Femenino aplacó la sed competitiva de la única boxeadora que sobrevivió a la deshidratación del boxeo gallego: Christine Oya Steinbrüggen, la púgil del Rebouras Team, quien disputó 3 excelentes combates, que pudimos ver a través de la retransmisión de LaLigaSports desde Guardamar del Segura (Alicante).
Ocurre lo mismodentro de las categoría masculina de nuestros lares, donde solo 4 boxeadores de categoría Joven: Sebastián Silvestre Gómez del Maniotas de Noia, Iago Outeiriño del Turbo Box, Manuel Costoya del DG Figther y Miguel Carreira del SKT, y 6 púgiles de categoría Élite: Juan Miguel Sanmartín del SKT, Luis Arturo Piza Álvarez del Turbo Box, Wilker Isidro Faña Guerrero del Boxing Cidade de Lugo, Simón Martínez del Centro de Boxeo Sanjuan, José Alejandro Reguera Cameselle del Polideportivo Saudade y Santiago Ponce de León del Flow Combat, constituyeron los afortunados protagonistas que disputaron la Copa Diputación de Orense.
Otros dos eventos celebrados en Coruña sumaron otros 5 combates que contaron con el protagonismo de algunos de los más sobresalientes boxeadores aficionados gallegos del momento, como todo buen aficionado sabe reconocer en las personas de Daniel Álvarez Domínguez del Kick & Box Salceda, Manuel Jiménez del Gimnasio Olimpos, Gregorio García Quilón del Club de Lucha Noia, Aarón González del Team Thunder, Aram Cruz Domínguez del Polideportivo Saudade, Martín García Blanco del Mat´s de Marín al que entrena Jairo Rodríguez yOlmo de Paz Dorado.
Y solo esto es lo que constituye la aportación al boxeo gallego en un año aquejado por las pandémicas secuelas de un virus que, y esto si que es irreparable, se ha cobrado decenas de miles de vidas en nuestro país. Desde mucho antes de la aparición de la peste vírica nuestra eufemística clase política, inepta, inoperante, indecisa, mentirosa y egocéntrica debería ser demandada a reparar sus negligencias por una sociedad civil que aúne Confederacionesde Empresarios, Cámaras de Comercio, Medios de Comunicación, Colegios Oficiales de Profesiones Liberales, Asociaciones, Gremios y demás estamentos sociales de todo tipo.Así se debería hacerpor lo que nos está cayendo, y lo que seguirá hundiéndose, si no exigimos soluciones y cambio de rumbo a corto plazo.