Marta » La Potrilla « se despidió en su terruño y de sus paisanos con una victoria que puso el colofón a su brillante carrera amateur. En tierras transoceánicas le espera la durísima profesionalidad que otorga el laurel al ser y la indiferencia al no ser en el boxeo de pago.
Por su parte el boxeador patrocinado por el Lolita Bar Ito » Pistón « mostró sus credenciales de ídolo local con su triunfo en un derbi disputado en el coqueto pabellón del SMD de Arteixo que congregó a cerca de medio millar de espectadores, entre los que se encontraban el alcalde de la localidad, acompañado por el comandante en jefe de la unidad militar donde presta servicio Marta Brañas, además de la edil de deportes y otros miembros de la corporación local.
La velada que resultó de total agrado para los asistentes, comenzó con el enfrentamiento junior entre Nauman Chaudary y Marcos Lema que se saldó con victoria de Chaudary en el segundo asalto por inferioridad manifiesta de su oponente Lema. Como anécdota, afortunadamente leve, comentar que el boxeador Marcos Lema en un fortuito lance del combate se proyectó fuera del ring impactando contra el suelo de la pista deportiva, siendo atendido inmediata y diligentemente por el servicio médico presente en el pabellón, el cual comprobó y dictaminó que la caída no produjo ninguna lesión en el deportista. Dictamen médico aparte me planteo la duda, ante los estamentos boxísticos pertinentes, de si el combate debía de haber continuado o no, pues se produjo la ausencia sobre el ring de un contendiente algo más de 4 minutos.
Ya dentro de la disputa de encuentros de semifinales del campeonato gallego de promesas en 69 kg; subieron al ring Cristian Álvarez del club Xoan Perez de Lugo dirigido por el lucense Miky Sánchez y Eloy Filgueira del popular gimnasio Ludus Box que comanda Carlos Vilariño secundado por Tito Bestilleiro. La victoria se decantó del lado del bravo pùgil del barrio de Las Flores después de tres asaltos muy aplaudidos por el público asistente que, a mayores , discrepó de la sanción arbitral de un punto, impuesta a Filgueira, en el segundo round, por mutuos y fortuitos cruces de cabeza.
Prosiguieron las eliminatorias de 64 kg. con el combate entre David Martínez del Ludus Box y Roi Cubeiro del BKC que accedió a la final de promesas merced a su victoria sobre el pupilo de Vilariño.
Ya en la semifinal de 75 kilogramos el púgil local Rubén Paulos del Stadium Arteixo pugnó e intentó, con infructuoso ímpetu, alcanzar la final ante un rival, Fran Paz que, ya en el primer asalto, le mostró que sus intenciones estaban muy por encima del boxeo que el arteixán intentaba exhibir ante el Tuareg coruñés. El mejor dominio y saber estar sobre un ring de Fran Tuareg, deshizo el trabado boxeo de Paulos a base de golpes largos que llegaban nítidos a la anatomía del púgil local, al que solo le quedaba la alternativa del clinch para ralentizar el combate y tratar de evitar la arrogante superioridad del Tuareg Paz.
En el penúltimo combate de la velada, revestido de derbi local, Ito » Pistón » García de Loureda, colocó, ante su paisano del Stadium Arteixo Nacho de la Iglesia, una metafórica frontera con un aquí estoy y si quieres ganar tendrás que pasar, y a pesar de la buena voluntad de Nacho, la imaginaria frontera no fue traspasada y el carismático Pistón, aún no haciendo uno de sus mejores combates, fue justo vencedor del duelo entablado por los dos luchadores oriundos del industrial municipio.
Ya en el combate de fondo las dos mejores boxeadoras nacionales del momento, Marta Bañas de Arteixo y María Perrino de León, ocuparon sus rincones del ring para interpretar el colofón del gran evento pugilístico.
Aunque el tempo final no alcanzó los sones épicos del anterior dueto que ambas intérpretes ofrecieron, el ritmo de esta nueva interpretación no defraudó a nadie. Una muy motivada Potrilla, muy afinada y ágil en el primer acto marcó, nítidamente, con varios golpes de izquierda una escala que la Perrino no pudo o no supo alcanzar durante el resto del concierto boxístico, quizá, mermada por la sorprendente armonía con la que la Potrilla de Arteixo marcaba la pauta a seguir entre campana y campana.
Después de la magistral interpretación boxística de ambas púgiles, solista en el centro del ring, la Potrilla de Arteixo se despidió de sus incondicionales en medio de una rumorosa ovación.