Hoover Giraldo ( Colombia 1999 ), es discípulo de Alberto «El Piña» en las instalaciones que el Team Piña Boxing Club tiene en la Rúa da Industria del Polígono de O Ceao en Lugo.

Con tan solo 13 años lo trajeron a España para afincarse inicialmente en Orense. El propio Giraldo nos lo cuenta: «llegue a España hace 12 años, soy del 1999, y me llevo ganando la vida  desde los 17 con un poco de todo desde camarero, trabajando en fábricas, de repartidor. Pero bueno si se me da la oportunidad ( ya que estoy trabajando en ello ), quiero opositar para bombero».

El polivalente joven colombiano me dice que durante su adolescencia, «a los 17 años empecé a boxear en Ourense, pero por unos problemas personales tuve que venir a Lugo y lo acabé dejando desde los 18 hasta los 22». El boxeo es un deporte de contacto que puedes elegir o no, pero crea afición. Hoover, lo echaba en falta y decidió «volver a entrenar porque necesitaba ponerle orden a mi vida y la verdad es que para mí el boxeo, desde que empecé, siempre  fue  mi refugio».

El caso de Giraldo confirma que, en ocasiones, la práctica de la disciplina boxística puede ayudar a superar las dificultades contra las que la vida te obliga a luchar día tras día. «No me encontraba muy bien en esa época, entonces decidí volver pensando que me ayudaría y así fue. Cuando me vi solo en el mundo el boxeo fue lo que me ayudó para seguir adelante. Me empecé a notar más estable, en mejor condición física, con más energía, eran todo beneficios».

Confiesa que en Lugo, y por añadidura dentro del acogedor entorno del Team Piña Boxing Club, «tuve la grandísima suerte de encontrarme con Piña como entrenador, el cual desde un principio me acogió de una manera estupenda y preocupándose siempre de que hiciera bien las cosas, la verdad es que le estoy muy agradecido».

Le pido cuente a grandes rasgos su periplo sobre el cuadrilátero y responde que de momento, «aún estoy empezando entonces no tengo gran cosa que contar sobre triunfos y trofeos, vamos a ir pasito a pasito y consiguiendo objetivos a corto plazo para llegar lo más lejos posible. Llevo 3 combates».

Añade que no sabe quién será su oponente el sábado 27 en el Daniel Cordido de La Piringalla, «no sé contra quién, algo me comentó Piña pero no sé ni su nombre ni su estilo ni nada sobre él. Y bueno preferí centrarme en mí, en los fallos que tenía que corregir y en lo que podía mejorar para alcanzar la victoria, pero seguro que mi oponente es un buen boxeador también y vamos a dar un buen espectáculo».

A mayores me comenta que, con Miki Sánchez, «solo tuve la oportunidad de estar un par de veces y la verdad es que me hubiera gustado verlo competir, me parece una persona muy sabia y que sabe transmitir muy bien todo lo que dice, se merece este homenaje y mucho más».

Y para poner epílogo a sus reflexiones y expectativas, Hoover Giraldo, insiste en escribir que: «Lo que si que me gustaría resaltar es la mejoría personal que he tenido desde que volví a boxear hasta el día de hoy, muchas veces pensamos que estamos perdidos y siempre pero siempre podemos dar un poco más de nosotros mismos».

El discípulo de Piña, Hoover Giraldo, será un gran aliciente para el evento boxístico del sábado 27