Hoy la edición de La Voz en A Mariña lucense, se hace eco de la conquista del Cinturón de Campeón de España por medio del púgil burelense Martiño Río González.
En una excelente exposición pugilística llevada a cabo por el periodista Ignacio Meitin Bujan, la cabecera hegemónica de la prensa gallega da cuenta de la posibilidad de que el invicto boxeador Río González, pueda ser llamado al equipo nacional para competiciones internacionales, o incluso olímpicas.
El redactor Meitin Bujan, nos muestra una semblanza a teclado del devenir deportivo del flamante campeón nacional de los grandes pesos. A través del buen trabajo periodístico, nos enteramos que el polivalente deportista burelés destacó en diferentes pruebas de atletismo, <donde fui tres veces campeón provincial y dos veces campeón gallego de salto de altura>. Asimismo, jugó durante varias temporadas en la Sociedad Deportiva Burela y el Sada, <pero sufrí una lesión y decidí dejarlo>.
Fue cuando decidió enfocar su espíritu deportivo hacia el deporte de los guantes, en el que fue iniciado y asesorado por Manuel Casalderrey, quien le dirigió en su conquista individual del Campeonato Gallego de Promesas y en el logro colectivo de Campeones Gallegos de Clubes de Boxeo. A finales de enero del presente año retornó por motivos laborales a Coruña y entró a formar parte del BKC de Chano Planas.
A continuación me permito transcribir el interesante artículo publicado, en A Mariña lucense, por el tercer diario de información general con más lectores de España.
Fotocopia de la página de La Voz de Galicia creada por Ignacio Meitin Bujan
I. MEITÍN BUJÁN / La Voz de Galicia
Las esperanzas mariñanas de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio, en el 2020, ya no solo se ciñen al atleta Adrián Ben y el pentatleta Cristóbal Rodríguez. Conviene añadir a las quinielas el nombre de Martiño Río (Burela, 1987), cuyas posibilidades se multiplicaron con su victoria en la categoría de superpesados (más de 91 kilos) en el campeonato de España de boxeo olímpico. «Sería algo increíble, lo máximo», fantasea el púgil mariñano del Planas Box de A Coruña, que fue atleta y futbolista antes de lanzar su carrera sobre el cuadrilátero y toma como ejemplo el balompié para contradecir a los críticos del boxeo y demás deportes de contacto.
-Hasta ahora seguro que muchos burelenses relacionaban su nombre con el fútbol.
-Jugué en las categorías inferiores de la Sociedad Deportiva Burela compaginándolo con el atletismo, donde fui tres veces campeón provincial y dos veces campeón gallego de salto de altura, y estuve varias temporadas en el primer equipo hasta que me fui a estudiar a A Coruña y fiché por el Sada. Años más tarde volvería al Burela para echarles una mano, pero sufrí una lesión y decidí dejarlo. Guardo muy buenos recuerdos de aquella etapa, con Marcos, Julio Cayón, Ánxel, Jaime, Chano, que era el entrenador…
-¿Entonces ya le gustaba el boxeo?
-El boxeo me gustó desde siempre y empecé a practicarlo más en serio a raíz de dejar el fútbol, pero solo como hobby para mantenerme en forma. Hace dos años me trasladé a Pontevedra por motivos laborales, conocí a Manuel Casalderrey y fue él, viendo que tenía cualidades y que no le daba mal, quien me animó a federarme sin más pretensión que la de probar. Participé en el campeonato gallego de promesas y lo gané. Los dos combates por k.o… Ese mismo año también fuimos al campeonato autonómico por clubes y volvimos a ganar, también por k.o. Cada vez me gustaba más el boxeo, las cosas me estaban saliendo muy bien, mucho mejor de lo que esperaba, así que cuando el año pasado volví a A Coruña me enrolé en el equipo de Chano (Planas) con vistas a participar en este campeonato nacional en el que fui campeón.
-¿Cómo fue el combate final que le coronó en Murcia?
-Llegaba muy en forma. A finales de febrero o marzo empezamos con la preparación y fuimos al torneo internacional de Béjar para afinar la puesta a punto. Gané un combate por k.o. y otro a los puntos. Sabía que en Murcia tenía posibilidades, iba muy ilusionado, pero también era consciente del gran nivel de los contrincantes que me iba a encontrar. No va cualquiera, se hace una preselección en cada autonomía. La final fue muy dura porque el púgil andaluz era muy fuerte. No tenía una técnica muy depurada pero no se achicaba.
-¿El físico es más importante que la técnica?
-Hay que encontrar el equilibrio. Lo que ocurre en la categoría de superpesados, a diferencia de otras, es que cualquier golpe te puede tirar, es peligrosa cualquier mano… El mejor boxeador es aquel que tiene una buena técnica, pega fuerte y encaja bien.
-¿En el gimnasio o en el ring? ¿Dónde pasa más horas?
-Los pesos pesados convivimos con ciertas particularidades que en otras categorías no tienen. Tenemos dificultades para encontrar gente para guantear o hacer peleas, y debemos ingeniárnoslas para suplir esa carencia. Los torneos como el que comentaba antes de Béjar es la mejor preparación.
-Creo que este título le puede abrir las puertas de la selección española.
-Puede ser. Estaría encantado de formar parte de la selección y competir en algún torneo internacional.
-Y si España le llama, sería otro de los púgiles con posibilidades de competir en Tokio 2020.
-Sería algo increíble, lo máximo, y da un poco de vértigo solo con pensar en esa posibilidad. Es lo más grande que le puede pasar a un deportista.
-El boxeo es uno de los deportes de contacto con más detractores.
-La mayoría de la gente habla sin conocimiento de causa. Agresivo no es, para nada, y hasta me atrevería a decir que es más noble que el fútbol. Aquí hay más deportividad. En el fútbol te encuentras con muchos rivales que te dan un codazo cuando el árbitro no mira, te pegan una patada a destiempo… En el boxeo eso no pasa, la gente va a competir con honor.
-¿Cuál diría que es su mejor virtud sobre el ring?
-La envergadura me ayuda, mido 1,96, y también soy muy tranquilo, rara vez pierdo los nervios.
-¿En qué necesita mejorar?
-En todo un poco.
-¿Ha sufrido alguna derrota por k.o.?
-De momento no tengo derrotas. Gané los nueve combates que llevo disputados.
-Pero seguro que al día siguiente de una pelea no estará para muchos trotes.
-Claro que no. Son muchos golpes, mucha tensión, … Necesitas unos días para recuperar.
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