La frase del titular la hizo célebre el actor y showman Jack La Motta a través de los monólogos que improvisaba para sus actuaciones en clubes nocturnos.
Años atrás, Giacobbe La Motta ( El Bronx 1922 – Florida 2017 ), hijo de un emigrante italiano residente en el Bronx neoyorkino, había hecho carrera en el boxeo. Adoptando el nombre de Jack para su carrera deportiva, el que a la postre sería conocido como The Bronx Bull, debutó como profesional a los 19 años y prolongó su periplo dentro del boxeo hasta el año 1954. Resulta paradójico, que su mayor celebridad no la consiguió a través del boxeo. Una película basada en su vida real le aportó, años más tarde de su retirada, una gran popularidad en el mundo entero. Se tituló Toro Salvaje y fue protagonizada por Robert de Niro.
Se mantuvo invicto durante 16 combates, hasta que un anodino Jimmy Reeves le derrotó dos veces, en el corto espacio de un mes, en Cleveland.
Jack La Motta y Ray Sugar se enfrentaron en 6 ocasiones. El italo-americano sólo alcanzó el triunfo en una ocasión, a pesar de competir con hasta 7 kilos por encima del límite, ya que su condición natural era de un semi-pesado. foto web.
Su primer gran triunfo, que le catapultó a la fama mundial, se produjo en Detroit al derrotar por puntos al magistral púgil Walker Smith, que era el verdadero nombre del célebre Ray Sugar Robinson. Nadie había derrotado, hasta entonces, al considerado por muchos como el mejor boxeador de la historia. Llegarían a enfrentarse en 5 ocasiones más, con victorias para el ídolo de Harlem, a pesar de que en todos estos combates el toro del Bronx boxeara con la ventaja de hasta 6 kilos por encima del peso medio. La anatomía y el peso natural del púgil neoyoquino era el semi-pesado, y solo dio el límite de 72,500 kilos en sus combates con Marcel Cerdán y Tiberio Mitri con el mundial en juego.
El punto álgido en la carrera del exdelincuente juvenil crecido en el Bronx, se produjo en el verano de 1949 en la industriosa ciudad de Detroit. Jack La Motta se proclamaba campeón mundial de la división reina al vencer por ko técnico al formidable boxeador francés Marcel Cerdan. Se acordó un combate de revancha con el título en juego, pero el fenomenal púgil francés falleció en un accidente de aviación días antes de llevarse a cabo el enfrentamiento por el cetro mundial.
Retuvo el título en el Madison Square Garden ante el italiano campeón europeo Tiberio Mitri, y compitió en una docena de combates más, entre los que se encuentra la brutal paliza que sufrió en Chicago a manos de su rival por antonomasia Ray Sugar, hasta su retirada a mediados de 1954.
Gloria y paz para el Toro del Bronx Giacobbe La Motta.
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